BLOG DE SEPTIEMBRE



Seré breve, el primer borrador de este blog era demasiado largo y sentimentaloide.

En el trabajo, estoy agobiado porque al haberle dado preferencia a unas cosas (liberar de faltas los techos para que entrasen a aislar, quitarme el grueso de las faltas en el doble fondo), un par de problemas se han hecho más preocupantes (todo lo relacionado con piping). Estoy contento porque son realmente los únicos problemas serios que me quedan, porque estoy tomando medidas para solucionarlos, y porque estoy acompañado de un equipo que me aprecia, me ayuda en todo, y me cae muy bien. Los tubos y las bridas retiradas serán montadas de vuelta, y los soportes de tubería perdidos por logística serán fabricados de nuevo y serán montados, ahora toda mi atención está puesta en estas cosas, es imparable.

Rescato del borrador original una anécdota de hoy. Iba yo andando con toda la calor por el descampado ese enorme en el centro de todo, volviendo de Abu Dabi, cuando me veo bajar del módulo a uno de mis compañeros, vestido con un chaquetón (en pleno veranillo del membrillo). Le pregunté si no tenía calor con eso puesto, y va y se lo abre para enseñarme que no llevaba nada por debajo, y me dice todo triste que se le había olvidado la camiseta en su casa. No sé cómo hice para no descojonarme ahí en medio. Es surrealista lo de este tío.

Fuera del trabajo, estoy contento también. Me va bien con el ejercicio, con mis amistades, y hasta el cuerpo me pide por primera vez que tome medidas para buscarme a alguien con quien tener sexo. Hay una amiga que vino espectacular a la comida que organizamos mis amigos y yo el viernes pasado. Seguramente no sea por nada de lo que yo pienso y deseo, pero me ha invitado a ir al gimnasio con ella los fines de semana. ¿Sería capaz de decirle o hacerle saber que estoy interesado en ella, si viese mi oportunidad?

No me va mal tampoco en cuanto a música, mi versión de Troops Of Unfeigned Might (original de Arghoslent) es buenísima. La guitarra me está dando problemas porque alguna conexión se ha debido de escacharrar, hace un zumbido constante que sólo para cuando toco la plaquita en la que se conecta el cable. Por más que toquetee los tornillos no doy con la tecla, y si sigue así se la tendré que dar por un tiempo a mi padre, aprendiz de lutier a sus años. Por cierto, no estoy a favor de las cosas que dicen las letras de este grupo, pero sí que estoy a favor de sus formas y su actitud.

Me despido, que os vaya bien.